Dependencia emocional: 6 claves para detectarla

Cuando estamos en una relación de pareja es posible que no sepamos diferenciar qué es amor y qué es dependencia emocional. Pueden confundirse, es más, se hace habitualmente, pero las diferencias están claras. 

Es por ello que, en este artículo, te contamos cómo saber si te encuentras en una situación de dependencia emocional o en una relación sana, con el amor de pareja sano. ¿Quieres descubrirlo? ¡Sigue leyendo para no perdértelo!

¿Cuál es el motivo de la relación?

Puede parecer que el único motivo para estar con una persona es el amor y las ganas de su compañía. Pero lo cierto es que hay otras razones más comunes de lo que pensamos. Por ejemplo, evitar la soledad. Este último caso nos podría indicar que hay dependencia emocional.

¿Es recíproco?

En una relación sana, casi todo es recíproco. De acuerdo, habrá momentos en los que una parte tenga que poner más que la otra, pero una parte se va adoptando a la otra, y viceversa. 

Por el contrario, en una relación de dependencia, la persona dependiente es la única que se adapta, así que no estamos ante una situación de reciprocidad. La persona dependiente se anula por completo, convirtiendo las necesidades, deseos y gustos de pareja en los suyos propios. 

¿Cada parte tiene su espacio?

En una relación sana de pareja, las partes pasan tiempo juntos, comparten actividades…, es decir, hay un tiempo en común y lo disfrutan. Pero también hay libertad para hacer cosas y disfrutan de ese tiempo por separado. 

Sin embargo, en una relación dependiente, la persona dependiente no quiere hacer cosas por su cuenta y, en caso de hacerlo, lo pasaría mal. Es entonces cuando surgen pensamientos desagradables, como que la pareja le va a dejar, le está mintiendo y un largo etcétera. 

¿Hay confianza y respeto?

En una relación sana tiene que existir la confianza y el respeto mutuo. En una relación de dependencia estos valores brillan por su ausencia. Se controla a la otra persona, hay un miedo descomunal a ser abandonado… 

Además, la persona dependiente idealiza a la pareja, a la que se le considera perfecta. Mientras que en una relación sana, se conocen las virtudes, pero también los defectos. 

¿Manipulación o amor?

La manipulación aparece en una relación de dependencia. Una de las partes manipulará a la otra para que esté siempre con ella, para que haga lo que quiera… Si bien es cierto que la parte dependiente hace todo por satisfacer a la pareja, esta parte también busca algo a cambio: el control. A esto se llega con manipulación, para nada con amor. 

¿Libertad o todo lo contrario?

Lo ideal en una pareja es que haya libertad y cada uno pueda crecer y avanzar en sus proyectos, objetivos, carrera… A la vez que hay una serie de proyectos comunes. En una relación dependiente no hay libertad, ya que lo único que importa es la relación, y no hay proyectos fuera de ella.