Contacta con
Talleres Vizuete
Buscar
Seguramente hayas oído hablar de los ataques de ansiedad, crisis de ansiedad… Pero, ¿qué son? Son estados de ansiedad muy alta en breves periodos de tiempo y rápida instauración, acompañados de síntomas físicos.
Es posible que, en algún momento, a todos nos toque presenciar un ataque de este tipo. Ante una situación así, nos preguntamos si podemos ayudar o si, por el contrario, se vuelve peor el remedio que la enfermedad. Es cierto que sí podemos aportar nuestro granito de arena, pero hay que hacerlo con sumo cuidado.
Es por eso que, en este artículo, vemos cómo echar una mano a alguien que sufre un ataque de ansiedad. ¿Quieres descubrirlo? ¡Sigue leyendo para no perdértelo! A continuación, te lo contamos.
Algunos profesionales se refieren a los ataques de ansiedad como crisis de pánico; otros, como crisis de angustia. Tengan o no el mismo nombre, sí comparten el contenido, síntomas y tratamientos.
Cuando una persona tiene un ataque de ansiedad, tendrá mucho miedo y malestar de golpe, de forma intensa, en pocos minutos. No solo aparece la sensación de ansiedad, sino que lo acompañan síntomas físicos que veremos más adelante.
Quienes no han sufrido un ataque de ansiedad o no están familiarizados con la sensación, pueden llegar a creer que están sufriendo un infarto. Cabe destacar, además, que no es necesario que el ataque de ansiedad surja en un estado ansioso. Esto puede suceder en un estado de calma, y puede llegar a durar entre 10 y 45 minutos desde que alcanza su máxima intensidad.
Una vez finaliza el ataque de ansiedad, la persona puede volver a un estado de calma, o bien a un estado ansioso. Quizás, incluso puede volver a tener una crisis de ansiedad minutos después.
Hay que tener en cuenta que, como casi todo lo que tiene que ver con la Psicología, no es universal para todos. Los síntomas de los ataques de ansiedad son muy variados, por lo que no habría que centrarse tanto en el síntoma como en la emoción.
De todas maneras, mostramos una serie de síntomas a modo de guía:
Antes de ayudar a una persona en pleno ataque de ansiedad, debes conocer que no es una situación fácil, ni para quien lo sufre ni para quien lo presencia. Has de saber que las crisis de este tipo pueden ser muy incapacitantes para los que las sufren.
Pero también debes recordar que los ataques de ansiedad tienen una duración que, por lo general, es corta. Así que no desesperes, que puede ser peor.
Lo más habitual cuando una persona sufre un ataque de ansiedad es decirle que se calme. La realidad es que es algo totalmente contraproducente ya que, si la persona que sufre la crisis pudiera calmarse, ya lo habría hecho.
Es importante no bloquear los sentimientos de la persona porque puede aumentar la frustración. Si de por sí la persona se siente ansiosa, que el entorno le reproche sus sentimientos puede aumentar la tensión, la sensación de agobio y ahogo, y el nerviosismo.
Es importante que la persona que está pasando por un ataque de ansiedad sepa que no está sola, que está acompañada y que hay alguien dispuesto a ofrecer la ayuda que necesita en ese momento.
Pero también es relevante que tenga su espacio, que no se acumule mucha gente a su alrededor… De lo contrario, puede que se ponga más nervioso.
Los síntomas de una crisis de ansiedad son tan intensos que lo mejor que puedes hacer es ayudar a quien lo sufre a centrarse en un estímulo fijo. Por ejemplo, puedes ayudarle a mantener contacto visual contigo, a centrarse en su respiración, o incluso en la tuya, para que la imite.
Las respiraciones lentas y profundas pueden calmar rápida y eficazmente la ansiedad, así que para ayudar a una persona en plena crisis de ansiedad, deberás ayudarla a controlar su respiración. De esta manera, se reducirá la hiperventilación, uno de los síntomas más comunes en los ataques de ansiedad.
La situación puede ser estresante, eso está claro. Pero no puedes dejarte llevar por su nerviosismo y angustia, porque en ese caso aumentarás sus síntomas y su ansiedad. Y, seguramente, eso incrementaría tus emociones. En definitiva, no iríais a ningún lado.
Una persona que está pasando por un ataque de ansiedad puede reaccionar de forma hostil a lo que le digas, pero lo mejor será que no hagamos lo mismo. Si hablamos claro y con voz calmada, reduciremos el nivel de activación, rebajando así la ansiedad.
Tanto quien está sufriendo la crisis de ansiedad como quienes lo rodean, deben recordar que la ansiedad acaba pasando. Además, esa crisis no es peligrosa para su vida, ya que no es un infarto como puede parecer. También debéis saber que los síntomas irán desapareciendo poco a poco.
Contacta con
Talleres Vizuete
Contacta con Talleres Vizuete, indicándole tu motivo de tu contacto.
En la máxima brevedad te contactará a través de tu dirección de email o tu teléfono.
Contacta con
Talleres Vizuete
Para una atención cómoda y personalizada, hazle saber a Talleres Vizuete que le contactas a través de Clic&Post.
Contacta con
Talleres Vizuete
Para una atención cómoda y personalizada, hazle saber a Talleres Vizuete que le contactas a través de Clic&Post.