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Entrevista a Pablo García Pascual, de PGP Abogados: «Compromiso, cercanía y honestidad como pilares del ejercicio del Derecho»

Una conversación con el fundador de PGP Abogados sobre vocación, metodología y los desafíos legales más comunes.

Entrevista realizada a:
PGP Abogados Publicado: 14 de julio de 2025

En el sector legal, la confianza y la empatía son tan importantes como el conocimiento jurídico. Pablo García Pascual, abogado y fundador de PGP Abogados, nos abre las puertas de su despacho para hablarnos de su trayectoria, su manera de entender la abogacía y los valores que definen su forma de trabajar: cercanía con el cliente, claridad en el trato y un firme compromiso con la justicia.

A lo largo de esta entrevista, abordamos no solo su visión personal sobre el ejercicio del Derecho, sino también cuestiones prácticas que afectan a muchos ciudadanos: desde los pasos a seguir ante el impago de una factura o una pensión alimenticia, hasta los principales retos que enfrentan las personas extranjeras cuando llegan a España. Una conversación que combina experiencia, vocación y humanidad.

¿Qué cualidades son fundamentales para trabajar en tu profesión?

La principal cualidad de PGP Abogados es la cercanía con el cliente, ofreciendo un trato cercano, claro y humano en cada asunto. Sabemos que quien acude a un abogado necesita respuestas y acompañamiento, por eso nos comprometemos a estar siempre disponibles para ti. Todo ello, por supuesto, sin perder nunca la profesionalidad, la seriedad y el rigor que exige el ejercicio del Derecho.

¿Cuál es la metodología de trabajo que aplicas en PGP Abogados?

La metodología se sustenta en tres pilares:

  • El análisis riguroso de cada caso.
  • La atención personalizada al cliente.
  • La actuación con honestidad y transparencia.

Cada asunto que recibimos es estudiado de forma individualizada, evaluando sus particularidades fácticas y jurídicas con el objetivo de determinar la estrategia legal más adecuada y viable para la defensa de los intereses de nuestro cliente.

¿Cuál es tu especialidad en PGP Abogados?

Nosotros trabajamos con tres materias muy definidas:

  • Derecho de Extranjería.
  • Derecho Civil.
  • Derecho Laboral.

Además de conmigo, que soy el gerente y abogado principal del despacho, contamos con abogados externos especialistas en cada materia.

Si tuvieras de eslogan una frase que te represente, o que represente al despacho, ¿cuál sería?

Tu confianza nos guía, tu necesidad nos mueve.

Si no te dedicases a esto, ¿qué harías?

Seguramente me hubiese dedicado a algo relacionado con el servicio social, ya que ayudar a los demás es algo que, cuando puedo, me gusta hacer. Creo que ayudarnos los unos a los otros crea un mundo más sano.

¿Qué debe hacer un autónomo con una pequeña empresa cuando se enfrenta al impago de una factura por parte de un cliente? ¿Qué pasos legales recomiendas seguir para recuperar esa cantidad?

Sobre todo, escuchar las razones del impago y, una vez analizadas, hacerle comprender que los abogados trabajamos y que hemos estudiado mucho para llegar hasta donde estamos. Igual que cuando vas al dentista tienes que pagarle, al abogado también.

Siempre me gusta hacer símiles entre abogados y médicos, porque no existe tanta diferencia entre ambas profesiones como la gente cree. Por ejemplo, hay clientes que quieren que les des un “diagnóstico” de su asunto antes de ver documentación, y siempre les digo que los médicos tienen que hacer pruebas para poder diagnosticar: esto es muy parecido.

Cuando un progenitor no paga la pensión de alimentos de sus hijos, ¿qué pasos se dan en vuestro despacho para conseguir que finalmente se haga efectiva?

Lo primero es hablar con el progenitor en cuestión, analizar su situación económica y social e intentar hacerle ver las consecuencias de su impago. Sobre todo, explicarle que el impago no perjudica a la madre del menor, sino al propio hijo, ya que ese dinero es para su manutención.

Si aun así se niega a pagar, ejecutamos la sentencia —ya sea de divorcio o de medidas paternofiliales— que le ha condenado a hacerlo.

Si no se ha iniciado procedimiento alguno, intentamos convencerle para firmar un convenio regulador de mutuo acuerdo, advirtiéndole sobre las consecuencias que puede acarrear tanto para su hijo como para él mismo el incumplimiento de esa obligación

Hablando desde tu experiencia, ¿en qué puntos se conectan el derecho de extranjería con el derecho laboral y civil? ¿Nos puedes dar algún ejemplo?

Sí, por supuesto que están conectados. Cuando recibo clientes de extranjería para tramitar su residencia legal en España, y lo haces desde la empatía, la comprensión y la honradez, esos mismos clientes —o su círculo cercano— te derivan cualquier otro problema que les surja.

Puede ser un conflicto con la empresa, donde entra en juego el Derecho Laboral, o una cuestión familiar como un divorcio, donde interviene el Derecho Civil.

Hay que decir que, normalmente, por ejemplo, los clientes latinoamericanos tienen más dificultad para confiar, pero una vez se establece esa confianza, son muy fieles.

¿Qué obstáculos suelen encontrar los extranjeros cuando quieren trabajar en España o traer a sus familias con ellos?

Aquí podríamos extendernos mucho. El problema es que, cuando llegan a España, tanto la Ley de Extranjería como el nuevo Reglamento 1155/2024 les obliga a estar dos años en situación de estancia continuada para poder regularizarse por Residencia por Circunstancias Excepcionales por Razones de Arraigo. Esta suele ser la vía más sencilla para obtener una residencia, pero claro, durante esos dos años tienen que trabajar en negro. Es decir, el sistema “les obliga a trabajar en negro”.

Por ejemplo, para conseguir un arraigo sociolaboral, además de los dos años de estancia, necesitan una oferta de trabajo y un contrato con condición suspensiva (que solo entraría en vigor si les conceden la residencia). Pero, ¿quién les va a hacer esa oferta si no han trabajado previamente, de forma irregular, con esa empresa o persona?

Por eso decimos que el sistema los fuerza a trabajar en negro.

Y si no consiguen esa oferta, tienen que optar al Arraigo Social, que exige un informe de integración de los Servicios Sociales, donde se les pide acreditar medios económicos… sin que estos provengan del trabajo ilegal. ¿De dónde van a sacar esos medios si el sistema no les ha permitido trabajar legalmente? Ese es el eterno dilema.

Sabemos que las condiciones laborales suelen ser más duras para las personas extranjeras. ¿Cuáles son las principales ayudas económicas a las que pueden acceder, especialmente si tienen hijos?

El problema es que, muchas veces, cuando los padres están en situación irregular en España, no pueden acceder a esas ayudas hasta que no se regularizan. Y en algunos casos, dependiendo del país de origen, aunque el niño nazca en España, no pueden regularizarse a través de él.
Países como Ecuador, Bolivia o Honduras otorgan su nacionalidad a los hijos nacidos en el extranjero, por lo que esos bebés no adquieren la nacionalidad española automáticamente.

En cambio, otros países como Paraguay, Brasil, Colombia o Argentina no conceden automáticamente su nacionalidad a hijos nacidos fuera de su territorio. En estos casos, España sí otorga la nacionalidad española al bebé para evitar que quede apátrida, y así los padres pueden regularizarse más fácilmente a través del Arraigo Familiar.

Cuando alguien llega del extranjero y quiere trabajar aquí, ¿qué tiene que hacer exactamente para que sus títulos profesionales sean válidos en España? ¿Hay algún consejo útil para facilitar el proceso?

Lo primero es que la persona esté regularizada. Después, el trámite de homologación se realiza a través del Ministerio de Universidades.

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