Barbara de Frutos Martín, de Martín y Virseda Servicios Legales: «Siempre soy clara y honesta con mis clientes»

En esta entrevista, Bárbara de Frutos Martín, abogada y fundadora de Martín y Virseda Servicios Legales, nos comparte su visión sobre los valores fundamentales que rigen su despacho, su trayectoria profesional y su compromiso con el trato humano en cada caso. Desde su experiencia en derecho penal y de familia, destaca la importancia de la empatía, la honestidad y el trabajo en equipo con los clientes. Una conversación inspiradora que refleja su pasión por la abogacía y su enfoque hacia la resolución integral de conflictos.

¿Cuáles son los valores que promueves en tu despacho? 

Muy buena pregunta. 

Normalmente los profesionales del Derecho nos centramos mucho en la parte técnica del caso que el cliente nos plantea, en lo jurídico. Pero considero igual de importante la parte “humana”. La empatía con el cliente, el “colocarte en su lugar”… 

Esa cercanía me parece esencial para establecer una relación de confianza “abogado-cliente” y eso es lo que al final te acercas al éxito en los asuntos. 

Y fundamental la honestidad para con el cliente: siempre soy clara y honesta con el cliente y nunca “vendo motos” para conseguir un caso.

¿Cuál es el procedimiento que sigues desde el momento en que os llega un nuevo cliente?

Lo primero siempre es una reunión con el cliente. Me parece fundamental conocer a la persona, que me exponga su caso, lo que le preocupa, sus miedos y si lo tiene claro, cómo quiere enfocar el asunto. Aunque yo sea la que lleve la dirección jurídica siempre escucho al cliente.

Como que ese primer contacto es fundamental para establecer esa relación de confianza abogado-cliente de la que hablaba antes y que es la base para que el abogado pueda hacer un buen trabajo.

Una vez que se lleva a cabo ese primer contacto, estudiamos el caso a conciencia para valorar las opciones que existen e intentar llegar hasta donde el cliente quiere: la solución de su problema

¿Cómo ha sido tu trayectoria? 

Pues ha pasado por diversas etapas. He trabajado en varios despachos, bajo las directrices de otras personas. He sido abogada de oficio y llevo, desde el año 2012, gestionando mi propio despacho. Cada etapa del camino me ha hecho la profesional que soy hoy en día y me ha enseñado lo que, como profesional, quería y no quería ser.

El tener mi propio despacho hace que pueda dedicarles a los clientes el tiempo y la atención que creo se merecen, algo que resulta muy difícil de hacer cuando trabajas para despacho grandes en los que prima la productividad por encima de todo.

Evidentemente, yo no trabajo por amor al arte, jajaja, también tengo que comer y pagar facturas como todos, pero creo que se puede ser productivo, económicamente, sin necesidad de tener que sacrificar ese trato humano del que hablamos en anteriores preguntas. Al menos es lo que yo intento….

¿Qué es lo que más disfrutas de tu trabajo?

El trabajo “en equipo” con el cliente. Es muy gratificante cuando la persona confía en ti. El acompañar al cliente en todo el proceso, sobre todo en casos de familia o de violencia de género, por ejemplo, en los que la persona necesita un apoyo, más allá del lado jurídico. 

Cuando coges el teléfono para comunicarle a un cliente una sentencia favorable, en uno caso como esos, y escuchas su reacción de alegría, incluso sus lagrimas… compartir ese momento, créeme que no tiene precio.

¿Tienes alguna frase, dicho o refrán que te represente (a ti, a tu empresa o a tu trabajo)?

“Sólo es imposible aquello que no se intenta”. Todos los casos hay que lucharlos, por mi difíciles que se presenten.

Alguien por quien sientas admiración y, ¿por qué?

Puede parecer un tópico pero por mis padres. Ellos me han enseñado precisamente los valores que me rigen como persona y como profesional del Derecho. 

Y admiro a muchos de mis clientes, que afrontan situaciones muy complicadas y aun así siguen hacia delante con una sonrisa. Muchos de los que he tenido y tengo son para mí un ejemplo a seguir.

¿Cuáles son los casos penales más comunes que atienden en el despacho Bárbara de Frutos Martín?

Por desgracia, últimamente han aumentado mucho los casos de violencia de género, relacionados con temas de divorcios o separaciones. También tenemos alcoholemias y lesiones por peleas y accidentes de tráfico. Estafas, apropiaciones indebidas o falsedades documentales se nos han dado, aunque son temas menos comunes.

¿Qué importancia tiene la negociación de acuerdos o conformidades en los casos penales?

Con independencia del lema “solo es imposible aquello que no se intenta”, parte del trabajo de un buen abogado, como he dicho anteriormente, es la honestidad y claridad con el cliente. Esto implica que a veces el caso no tiene defensa posible y, en esos momentos, es clave poder llegar a un buen acuerdo para minimizar al máximo las consecuencias penales para el cliente.

En su experiencia, ¿cuáles son los errores más comunes que cometen los acusados antes de buscar asesoría legal?

Yo siempre digo lo mismo “Zapatero a tus zapatos”. Normalmente, nos creemos, y yo me incluyo, más listos que nadie y por ahorrarnos lo que vale un abogado, ejercemos como tales sin tener los conocimientos para ellos. La cantidad de veces que he visto esto y que me ha costado o no he podido reconducir un asunto judicial, no sólo penal, sino de cualquier índole por errores gravísimos cometidos por los clientes.

Es importantísimo, ponerse en manos de un profesional y contar, desde el inicio de un proceso, con su asesoramiento legal. Sólo esto garantiza un buen resultado.

¿Cómo ayudan en el despacho a los clientes a gestionar los aspectos legales y emocionales durante un proceso de divorcio?

Pues como hemos comentado antes: poniéndonos en su piel. Sólo así puedes entender por lo que está pasando alguien en este tipo de situaciones. Y dirás ¿y eso como se hace? Escuchándoles cuando te cuentan algo que, aunque no tenga relevancia jurídica, necesitan sacar… redactándoles un mail de contestación a su ex pareja por un tema concreto porque no se sienten con fuerzas para hacerlo…. Estando presentes en el día a día de la situación por la que están pasando.

¿Cómo aconseja a los clientes que enfrentan problemas relacionados con violencia doméstica en el ámbito familiar?

Estos temas son muy complicados y hay que ser muy prudente con lo que se dice porque desde el confort del despacho es muy fácil decirle a una persona que salga de esa situación. No sólo hay que decirle lo que tiene que hacer sino ayudarle a hacerlo y creo que eso es mejor que en nuestro despacho podemos hacer: no sólo aconsejarles sino tenderles la mano para que lo puedan poner en práctica.

¿Qué diferencias observa en el trato legal de los casos de familia cuando hay acuerdos prematrimoniales de por medio?

Está claro que si ya, de entrada, existe un acuerdo previo de las partes que regula determinados aspectos, se presupone que, sobre dichas cuestiones, no va a existir discusión entre las partes, lo que facilita el trabajo.

Ahora bien. Mi experiencia profesional me dice que, el hecho de que un caso de familia sea más “conflictivo” o menos, no depende de la existencia de esos acuerdos sino de las personas inmersos en ellos y de voluntad que tengan de solucionarlos. Y no sólo me refiero a los cónyuges, sino también a sus letrados. Los abogados tenemos un peso muy importante en estos casos y un deber de ser conciliadores y no alimentar el conflicto, para sacar más rendimiento al asunto. De ahí que la honestidad a la que me refería la considere tan importante.