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Vivimos en una sociedad llena de costumbres muy arraigadas, donde la mayor parte del campo laboral, en todos los niveles de organización, es asumida por personal masculino, esto sucede desde tiempos remotos.
Hay un concepto de ciclo de vida que, para ser aceptados en la sociedad, según estas reglas, todos deberíamos cumplir con cada rol asignado, así como se le asigna a la niña el color rosado y al varón el color azul, así mismo es asignado el papel que cumplirá cada uno.
Hay movimientos incipientes que se rebelan contra este modelo, pero siguen siendo minoría, y en este tratar de encajar en algún grupo, muchas mujeres están resignadas a cumplir con “su papel”.
Entonces, existe una presión social de tal magnitud, que muchas mujeres se ven en la necesidad de estar en condiciones que no las hacen felices, donde muchas veces son minimizadas como personas, como seres individuales, dejan de ser un individuo para ser solo un instrumento de otros
Las amigas se convierten en “neuronas espejo”, ¿tienen novio? Querrás tener uno también, ¿alguna está embarazada? Seguro estarás embarazada pronto para continuar la amistad y hallar cosas en común.
Cumplir con el ciclo de nacer, crecer, casarse, tener hijos y vivir hasta envejecer con la pareja, es una constante sugestión. La mujer que está sola, sin pareja, sufre una presión psicológica y social, pero qué sucede si esta pareja es maltratadora… ¿Esa presión social pesa más que su bienestar?
Aún en tiempos actuales se le enseña a la mujer un rol específico que cumplir, tareas etiquetadas como “femeninas”, cocinar, lavar, mantener un hogar pulcro, atender a los hijos hasta la adolescencia, lucir arregladas cuando llega “el hombre de la casa” y cosas por el estilo, son tareas “asignadas”, no en modo tácito en la mayoría de los casos, pero si entendidas de un modo condicionado.
En hogares disfuncionales, solo la mujer cumple una serie de tareas, pero, ¿Cómo son vistas estas tareas por los otros miembros del grupo familiar? ¿Es una obligación? Si las hiciera una persona fuera del núcleo familiar, sería un trabajo que debe ser remunerado.
Así que, ¿cuál sería la recompensa? No solo hablamos en términos monetarios, muchas mujeres no son valoradas si sus actividades son hechas con términos demandantes, intimidatorios o bajo amenaza de quitarle algún beneficio, llegando a ser un maltrato psicológico.
Cuando este tipo de situaciones es prolongado en el tiempo, es posible que esté muy arraigado mentalmente, ya la relación de dependencia ha sido creada y es difícil desprenderse de los afectos, aunque sean dañinos.
Estar sola no es una opción para una mujer que es dependiente de la pareja, su voluntad ha sido disminuida y su tiempo ha sido confiscado por el quehacer cotidiano.
En muchos casos, estas mujeres tienen parejas controladoras, no solo de lo económico, el círculo de amistades se ve reducido con el tiempo, no hay palabras de estímulo, son desvalorizadas o no es tomada en cuenta su opinión, estos son signos de maltrato.
Tener que luchar por un derecho al sufragio en unas elecciones, hacer el doble de esfuerzo para obtener un cargo gerencial en una organización empresarial, ver como algo fuera de lo común que una mujer sea presidente de un país, es un indicativo que hay mucho por hacer en cuanto al lugar que debe ocupar una mujer en la sociedad.
Porque en realidad no se trata de hombre o mujer, se trata de ambos como individuos pensantes. Una mujer independiente caminará erguida y orgullosa, florecerá al máximo en todo lo que emprenda, porque su mente está condicionada para el éxito.
¿Acaso es algo heroico que una mujer sea el sostén de su familia y se desarrolle profesionalmente con éxito? Si vemos esto como un acto de heroísmo, significa que todavía no hemos entendido a la mujer como persona.
El punto de inicio para que exista una mujer disminuida en sus capacidades y sea maltratada por su pareja y presionada por la sociedad en general, es la educación, en estratos sociales de nivel económico bajos y carentes de recursos, sucede con más frecuencia, pero esto es a todos los niveles.
La sociedad marca la pauta, un número telefónico para que mujeres llamen en caso de violencia doméstica, leyes especiales dedicadas a la mujer, ¿No significa esto una separación y seguir apartando a la mujer? Por supuesto, la sociedad está reflejada en cada hogar y debemos cambiar muchas cosas para que la mujer se desarrolle como individuo y deje de ser “una extensión de…”
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