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¿Es la procrastinación una enfermedad?

Te contamos por qué procrastinamos y qué puedes hacer para que no te afecte en tu día a día.

Fran García Psicólogo Publicado: 15 de junio de 2022

¿Cuándo fue la última vez que pospusiste hacer algo que tenías que hacer? Procrastinar es extremadamente común, y todos lo hacemos de vez en cuando. Incluso puedes estar posponiendo las cosas mientras lees este artículo, cuando en cambio deberías estar trabajando o hacer cualquier otra tarea.

A veces, sin embargo, la procrastinación interfiere con la vida cotidiana y podría ser un signo de un problema de salud mental. Eso sí, la procrastinación no se considera enfermedad como tal. 

Entonces, ¿qué es la procrastinación exactamente? ¿Por qué lo hacemos y cuándo supone un problema? Si quieres descubrir esto y mucho más, ¡sigue leyendo para no perdértelo! A continuación, te lo contamos.

Pero, ¿por qué procrastinamos?

La mayoría de las personas posponen las cosas ocasionalmente, incluso si no interfiere con su rutina diaria. Los estudios demuestran que los estudiantes, particularmente los que están en edad universitaria, tienden a posponer las cosas más que otros

Esto puede suceder porque tienen muchas cosas que hacer y piensan que tienen más tiempo para hacerlo todo. También hay una multitud de distracciones para los estudiantes. Además, cabe destacar que la procrastinación también ocurre con más frecuencia en adultos jóvenes varones que en mujeres adultas jóvenes.

Estas son algunas de las razones por las que procrastinamos:

  • Sentirse ansioso por lo que hay que hacer. Por ejemplo, tal vez hayas tenido la intención de programar una cita con el médico, pero tienes miedo de lo que este te pueda decir.
  • Inseguridad sobre tu capacidad para completar aquello que quieres hacer. Al llamar a un amigo, pasar tiempo en redes sociales o distraerse de otra manera, no tienes que enfrentar las emociones negativas asociadas con lo que estás evitando hacer.
  • Sentirse cansado o aburrido. En estas situaciones, si tienes algo más que te distraiga y apetezca, es fácil hacerlo. Y es que la proximidad a la tentación aumenta la procrastinación.
  • Pensar que hay mucho tiempo que hacer, incluso si esto no es cierto. Esto podría relacionarse con habilidades de gestión del tiempo.
  • Creer que se rinde mejor dejando la tarea para última hora. Cuando completas una tarea rápidamente, en solo unas pocas horas, sientes una oleada de hormonas del estrés, adrenalina y cortisol. Hacerlo en el último minuto puede funcionar una o dos veces, pero generalmente no es útil a largo plazo.

¿Cuándo es la procrastinación un problema?

Si la procrastinación es tan común, ¿cómo saber si es un problema? Hay algunas señales de que la procrastinación crónica te está causando daño, como son:

  • Constantemente tienes problemas para hacer las cosas a tiempo.
  • Te enfrentas a consecuencias más graves porque pospones las tareas. Por ejemplo, por entregar tareas con retraso, no pagar facturas a tiempo o dejar mensajes sin responder por mucho tiempo.
  • Mientes para encubrir la procrastinación.
  • Procrastinas en tus relaciones. Constantemente haces planes con amigos y luego los cancelas. O aceptas hacerle un favor a alguien pero no lo haces.

Consejos para ayudar a controlar la procrastinación

Ya sea que tu procrastinación esté asociada con un problema de salud mental o no, hay algunas maneras en que puedes abordarla y hacer las cosas mejor.

Reconoce que tienes un problema con posponer las cosas

Echa un vistazo a qué es lo que procrastinas para que puedas analizar por qué podrías estar evitando esa tarea específica. Si se trata de un problema relacionado con el trabajo, tal vez necesites un cambio de condiciones; si procrastinas aquello que tiene que ver con tus relaciones, quizás no te convienen, etc.

Considera hablar con un profesional de la salud mental si la procrastinación afecta varias facetas de tu vida y te ves incapaz de manejarla

Un terapeuta, psicólogo o profesional similar puede ayudarte a identificar cómo y por qué procrastinas y qué problemas subyacentes pueden provocar esto. También pueden brindarte herramientas para manejar la procrastinación.

No te menosprecies por procrastinar

Hay muchas personas que tienen el mismo problema, y ​​el mundo parece estar configurado para crear problemas de procrastinación. Por eso, no te machaques por procrastinar: ¡no estás solo en esto!

Comienza poco a poco

Comienza con pasos pequeños y manejables. Por ejemplo, si tienes que escribir un trabajo, como primer paso, crea un nuevo documento en tu ordenador. O reúne todo aquello que necesites para una tarea. Los primeros pasos pequeños como estos podrían empujarte a superar tus tendencias a la procrastinación.

Y es que, lo más probable es que si procrastinas una actividad, es porque esta parece inabarcable. Por ello, si la divides en piezas pequeñas, se volverá más manejable.

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