Micropigmentación: qué es y para qué sirve

La micropigmentación es un tratamiento innovador que permite tanto a hombres como a mujeres mejorar la forma de las cejas, la línea del cabello, los labios, los ojos y más, proporcionando acabados muy naturales.

De hecho, la micropigmentación es considerada como un maquillaje semipermanente, ya que ofrece resultados muy duraderos.

Además, es una excelente manera de restaurar la confianza y la autoestima en personas con alopecia, pérdida de cabello, pacientes con quimioterapia y más.

Micropigmentación, ¿en qué consiste?

La micropigmentación, es una técnica indolora que se realiza insertando una aguja pequeña y delgada con un pigmento mineral hipoalergénico en la segunda capa de la piel para contornear y realzar zonas como los labios, los ojos o las cejas, etc.

El procedimiento en sí conlleva aproximadamente desde 20 a 30 minutos, lo que significa que podrás volver a tu casa y retomar tu vida normal el mismo día.

Aunque la micropigmentación generalmente no duele, dependiendo del área tratada, algunos pacientes pueden recibir anestesia antes del tratamiento para que sea más cómodo.

A continuación te contamos algunas de las áreas más destacadas en las que se aplica:

Micropigmentación, ¿dónde se puede aplicar?

Micropigmentación de cejas

Las cejas son una parte fundamental en el rostro de cualquier persona, ya que su forma nos proporciona armonía y embellece la mirada.

A veces, la cantidad de vello en nuestras cejas es escasa o irregular y no nos favorece. En estos casos, la micropigmentación es una óptima solución, ya que tras un estudio y análisis previo aplicarán un diseño uniforme y favorecedor.

De este modo, lograremos potenciar considerablemente nuestra mirada, puesto que tendremos armonía con nuestros rasgos faciales.

Por otro lado, la duración de la micropigmentación de cejas suele estar comprendida entre 1 y 3 años. No obstante, esto variará en función del tipo de piel que tenga cada persona. 

Micropigmentación de ojos

A veces, es complicado e incluso, imposible, hacernos la raya del eyeliner con la suficiente precisión como para lograr el resultado que deseamos.

Sin embargo, gracias a la micropigmentación de ojos tendrás la raya pintada de forma semipermanente y podrás olvidarte durante un largo periodo de tiempo de ella. 

Asimismo, los profesionales la aplican considerando la forma de los ojos del paciente, para que el resultado sea lo más favorecedor posible

Micropigmentación de labios

A medida que envejecemos, el contorno de los labios se van difuminando y el color se desvanece. 

Por ello, la micropigmentación de labios es perfecta para redefinir tu contorno, y además, podrás aplicar el color de labios que más te guste. 

Micropigmentación capilar

La zona facial no es la única parte que puede mejorarse con las técnicas de micropigmentación.

De este modo, podemos corregir las áreas de la cabeza que presentan escasez del cabello para que visualmente parezca que hay más cantidad, puesto que se aplica en el cuero cabelludo.

En definitiva, este procedimiento es recomendado para personas que tengan cabello fino o en poca cantidad.

Cabe mencionar que, la micropigmentación del cuero cabelludo se puede utilizar como tratamiento complementario para aquellos que se someten a implantes capilares y así, lograr una mayor densidad visual.

Micropigmentación de areolas

A veces, el tamaño y color de la areola puede modificarse por causas genéticas, intervenciones quirúrgicas en el pecho, cambios hormonales, etc.

No obstante, con la micropigmentación esto se puede corregir y disimular el tamaño, la forma y el color de la areola, mejorando como resultado, la estética.

¿Quién no pueden recibir la micropigmentación?

Pese a que la micropigmentación es una técnica segura y eficaz que puede ser usada por la mayoría de personas, hallamos excepciones que deben tomar precauciones e informarse si pueden realizarse el tratamiento:

• Menores de edad.
• Enfermedades en la piel. Por ejemplo, no se puede utilizar en pieles que presenten alergias, dermatitis o con lesiones.
• No se recomienda para diabéticos.
• Las personas con problemas de coagulación de la sangre o queloides.
• Durante el embarazo y lactancia.
• En caso de estar sometido a un tratamiento debes consultar antes a tu médico.