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Cada vez encontramos más técnicas estéticas que tienden a no ser invasivas. Entre ellas, están la mesoterapia y la rinomodelación. Pero hay muchas más, y es que hoy en día hay numerosos tratamientos que tienen un sinfín de aspectos positivos sobre nuestra piel, salud y autoestima.
Si bien es cierto que estas técnicas, años atrás, eran más agresivas e invasivas, provocando molestias, posibles efectos secundarios, se necesitaba una recuperación tras la intervención… Hoy en día esto no es común.
De entre todos estos tratamientos que hablamos, en este artículo queremos destacar el microneedling, una técnica de micropunción. Pero, ¿en qué consiste exactamente? Si quieres descubrir esto y mucho más, ¡sigue leyendo para no perdértelo! A continuación, te lo contamos.
La técnica de micropunción, también conocida como microneedling, facilita la penetración y asimilación de principios activos. A su vez, induce la síntesis de nuevo colágeno (neocolagénesis), activando los procesos de regeneración y reparación cutánea.
Se trata de una técnica mínimamente invasiva en la que se aplica un producto con propiedades específicas a través de muchos microcanales, que se hacen con microagujas. De esta manera, se llega a una gran profundidad. Eso sí, cabe destacar que la profundidad será mayor o menor en función de cada caso, y se establece antes de iniciar el tratamiento.
El microneedling está dirigido a todas las personas que buscan tener una piel más firme, un mejor tono y una mejor textura. Además, para quienes disminuir las arrugas, las líneas de expresión, pero también las hiperpigmentaciones. Por último, para quienes hayan tenido acné y ahora tengan cicatrices de las que se quieren deshacer.
Las sesiones de microneedling son muy sencillas y simples. Se limpia y prepara la piel y, posteriormente, se hacen micropunciones y microcanales. Estos suelen tener una profundidad de entre 0,5 y 2,5 milímetros. Esto depende del área que se va a tratar, del problema que se quiere solucionar, etc.
Como decíamos, el microneedling no es invasivo o agresivo, pero aun así provoca una pequeña molestia en los pacientes que siguen el tratamiento.
Dentro de los beneficios del microneedling, encontramos los siguientes:
Aunque se trata de un procedimiento muy sencillo y mínimamente invasivo, hay que tener en cuenta una serie de precauciones después de someterse al microneedling:
Antes de llevar a cabo un tratamiento de microneedling o micropunción, hay que tener en cuenta cuáles son los posibles efectos secundarios del procedimiento. Las reacciones frecuentes son rojez e inflamación local, pero esta desaparecerá en, como mucho, un día. Además, puede aparecer equimosis, un pequeño moretón, que se irá en 24 o 72 horas.
En cuanto a las reacciones menos frecuentes, están reacciones alérgicas al producto que se ha utilizado en el tratamiento, infecciones, reactividad en exceso, hiperpigmentación, incluso alteración en el color de la piel.
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