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Técnicas de estudio: cómo aprender mejor y aprovechar el tiempo

Aprende a estudiar de forma inteligente: consejos prácticos, métodos eficaces y hábitos para mejorar tus resultados sin agobiarte.

Psico-Logos Actualizado: 1 de octubre de 2025 Publicado: 30 de septiembre de 2025

Estudiar no siempre significa aprender. Puedes pasar horas leyendo apuntes sin que la información realmente se quede contigo. Por eso, aplicar buenas técnicas de estudio marca una gran diferencia, tanto en los resultados académicos como en la confianza personal.

Ya seas estudiante de instituto, universidad o estés preparando unas oposiciones, conocer y aplicar las técnicas adecuadas puede ayudarte a ahorrar tiempo, retener mejor la información y mejorar tus calificaciones. Aquí te contamos cuáles son las más eficaces, cómo aplicarlas y cómo organizarte para estudiar de forma inteligente.

¿Por qué es importante usar técnicas de estudio?

Estudiar no es solo leer o subrayar. Aprender de verdad requiere comprensión, análisis, organización y repetición activa. Las técnicas de estudio te ayudan a:

  • Mejorar la concentración.
  • Organizar la información para recordarla mejor.
  • Fijar conceptos a largo plazo.
  • Disminuir el estrés antes de exámenes.
  • Ser más eficiente: estudiar menos tiempo y con mejores resultados.

Además, usar una técnica adecuada a tu estilo de aprendizaje (visual, auditivo, kinestésico…) puede marcar la diferencia entre estudiar “a lo loco” o estudiar con cabeza.

Las mejores técnicas de estudio (y cómo usarlas)

1. Subrayado inteligente

No se trata de pintar todo el texto, sino de seleccionar las ideas clave. Usa diferentes colores para distinguir conceptos principales, ejemplos o definiciones. El subrayado es útil si lo haces después de leer una primera vez.

2. Resúmenes y esquemas

Reducir el contenido a tus propias palabras es una forma eficaz de comprender lo que estudias. Puedes hacer:

  • Resúmenes: condensar el texto en párrafos cortos.
  • Esquemas: organizar la información en forma de lista, jerarquía o mapa mental.

Ambos te obligan a procesar la información, no solo a copiarla.

3. Técnica Pomodoro

Esta técnica de gestión del tiempo consiste en estudiar durante 25 minutos y descansar 5 minutos. Tras cuatro bloques, haces una pausa más larga (15-30 min). Ayuda a mantener la atención y evita el agotamiento mental.

4. Mapas mentales

Ideales para quienes aprenden mejor visualmente. Se parte de una idea central y se ramifican los conceptos relacionados. Puedes usar dibujos, colores y flechas. Sirven para temas complejos o cuando quieres ver la información de forma global.

5. Práctica con preguntas

Una de las formas más efectivas de consolidar el conocimiento es ponerte a prueba. Puedes:

  • Hacerte preguntas a ti mismo.
  • Usar tarjetas (flashcards).
  • Buscar exámenes anteriores.
  • Enseñar lo que has aprendido a otra persona.

Este método obliga a tu cerebro a recordar activamente, lo que mejora la memoria a largo plazo.

6. Técnica Feynman

Consiste en explicar el tema como si se lo contaras a alguien que no sabe nada. Si puedes explicarlo de forma sencilla, lo has entendido. Si no, vuelve a repasar.

7. Lectura activa

Implica hacer preguntas mientras lees: ¿Qué significa esto? ¿Cómo se relaciona con lo anterior? ¿Puedo resumirlo con mis palabras? Esta forma de leer evita la pasividad y mejora la comprensión.

¿Cuándo y cuánto estudiar?

No todos los días son iguales, ni todas las personas aprenden igual. Pero estos consejos pueden ayudarte a organizar mejor tu tiempo de estudio:

  • Estudia en bloques cortos pero constantes.
  • Es mejor repasar varias veces en días distintos que hacerlo todo en una sola sesión.
  • Intenta mezclar asignaturas o temas en una misma jornada para mantener el interés.
  • Usa calendarios o planificadores para no dejar todo para el final.
  • Empieza por lo más difícil cuando tengas más energía.

¿Dónde estudiar?

El entorno también influye. Busca un lugar tranquilo, bien iluminado, sin distracciones y con lo que necesites a mano. Evita estudiar en la cama o frente al televisor. Si estudias con música, que sea instrumental o muy suave.

También puedes alternar lugares: hay estudios que demuestran que cambiar de entorno mejora la retención.

¿Qué errores debes evitar?

  • Estudiar sin entender: memorizar sin comprender no sirve.
  • Dejarlo todo para el último momento.
  • Estudiar con el móvil al lado.
  • Leer en bucle sin repasar ni practicar.
  • No descansar: el sueño es clave para consolidar lo aprendido.

Aprender a estudiar también se aprende

Las técnicas de estudio no son fórmulas mágicas, pero sí herramientas útiles. Lo más importante es probar varias y quedarte con las que mejor se adapten a ti. También puedes combinarlas según el tipo de materia o momento del curso.

Recuerda que no se trata de estudiar más, sino de estudiar mejor. Si aplicas estas técnicas con constancia y adaptas tus hábitos, notarás resultados reales. Y si te cuesta organizarte solo, no pasa nada por pedir ayuda: un tutor, un psicopedagogo o un profesional en técnicas de estudio puede guiarte.

¿Listo para dejar atrás los atracones y estudiar de forma más eficaz?

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