Bótox capilar: el tratamiento que ayuda a reparar el cabello 

Hoy en día, las fibras capilares y la salud del folículo del cabello se ven afectadas por las siliconas, sulfatos, radiación solar y contaminación ambiental, haciendo que nuestro pelo quede deteriorado e incluso, envejecido. 

Es por ello que la aplicación del bótox capilar se ha convertido en un tratamiento vital para nuestro cabello, pues contiene una mezcla de componentes que nos ayuda a regenerar el cabello, a la vez que, le proporciona un aspecto completamente sano. 

Por tanto, el bótox capilar nos ayuda a nutrir, reestructurar y devolver el brillo al cabello con la finalidad de que esté saludable y reducir los posibles daños provocados por los agentes externos, coloraciones químicas e incluso, por el paso del tiempo.

Sigue leyendo para descubrir en qué consiste el bótox capilar, sus beneficios y el procedimiento para aplicarlo.

Bótox capilar, ¿qué es?

Este tratamiento capilar intensivo está creado a base de principios activos naturales, cómo el colágeno, el aceite de inca o la manteca de murumuru, y tiene la capacidad de nutrir, reestructurar e hidratar el pelo, obteniendo como resultado un cabello suave y sin encrespamiento. 

Pese a que se le denomina bótox, no contiene esta toxina. El motivo de que se le llame así es que proporciona un efecto rejuvenecedor del cabello, tal y como hace la aplicación del bótox en la medicina estética con el fin de reducir las arrugas.

La aplicación del tratamiento no supone ningún riesgo y es apto para todo tipo de cabellos, en especial, para los que están más dañados y necesitan un rejuvenecimiento capilar.

La aplicación de este tratamiento intensivo y reparador nos permite reforzar la fibra capilar, hidratando y nutriendo el cabello.

Además, tiene la capacidad de restaurar el cabello desde dentro hacia fuera, reforzando la estructura de la queratina mediante la aportación de cisteína, y así, mejorar la densidad, por lo que es muy recomendable en cabellos finos, frágiles y quebradizos, dañados por coloración y decoloración, fuentes de calor (por ejemplo, plancha o secador), exposición al sol o contaminación, etc.

Por otro lado, facilita el peinado independientemente de si es un pelo liso o rizado, pues, en este último caso, consigue aumentar y mejorar los rizos y ondas.

En definitiva, el bótox capilar nos ayuda a garantizar la salud del cabello, obteniendo un cabello más fuerte, saludable y nutrido. Adicionalmente, proporciona una hidratación total y de larga duración. 

¿Cuáles son los beneficios del bótox capilar? 

El tratamiento del bótox capilar se recomienda para todo tipo de cabellos, pero, es principalmente necesario en aquellos que están muy dañados. 

Algunos de los beneficios que proporciona esta técnica son los siguientes:

• Hidratación y nutrición del cabello en profundidad.
• Pelo con más brillo y sedoso.
• Ayuda a reparar las puntas abiertas, evitando que se produzcan en el futuro.
• Proporciona movimiento al cabello.
• Reparación del cabello dañado y elimina casi en su totalidad el encrespamiento.
• Rejuvenecimiento capilar.
• Obtienes un relleno intramolecular de las partes más débiles del cabello.
• Los resultados son inmediatos y duran aproximadamente un mes, pero con un mantenimiento periódico conseguimos que perduren en el tiempo, reforzando más si cabe, el efecto beneficioso en el cabello.

Aplicación del bótox capilar

En primer lugar, debemos dejar claro que este tratamiento siempre debe ser realizado por profesionales en un salón de peluquería.

En cuanto al procedimiento que aplican, es el siguiente:

• Primero, lavan el cabello con un champú alcalino para abrir la cutícula y eliminar cualquier tipo de residuo.
• Después, secan un poco el cabello con el fin de eliminar el exceso de humedad y mientras sigue mojado, se aplica el producto por medio de un masaje. Este debe ser desde las raíces a las puntas.
• A continuación, dejan que el producto actúe de 10 a 45 minutos, dependiendo del cabello y el estado de éste.
• Por último, se procede al secado intenso del cabello, sellando el producto en la fibra capilar, utilizando las herramientas o fuentes de calor adecuados a cada tipo de cabello.
• No menos importante es el cuidado posterior en casa, evitando champús y/o acondicionadores agresivos, así como el uso excesivo de fuentes de calor extremos como secadores o planchas a temperaturas excesivamente altas.