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La ortodoncia es la rama de la odontología que trata los problemas de los dientes y la mandíbula. Por ello, la ortodoncia es perfecta para quienes tienen problemas al morder, para quienes tienen espaciados… Porque no todas las personas tienen los dientes derechos o que encajan a la perfección.
Pero, ¿quiénes pueden utilizar ortodoncia? Lo cierto es que desde edades tempranas se puede hacer uso de estos tratamientos. Eso sí, hay que tener en cuenta una serie de factores antes de ponerse manos a la obra.
Es por ello que, en este artículo, te contamos cuándo es recomendable la ortodoncia en niños. Si quieres descubrirlo, ¡sigue leyendo para no perdértelo! A continuación, te lo contamos.
Este tipo de ortodoncia tiene como objetivo conservar la integridad de la oclusión, impidiendo que aparezcan desviaciones que los diagnósticos y pruebas indican que se van a producir.
En definitiva, la ortodoncia preventiva busca conseguir una correcta salud oral, previniendo además enfermedades bucodentales. No solo esto, sino que también tiene la finalidad de conservar los dientes temporales hasta que estos se cambien por otros, los definitivos.
A priori, puede parecer que este tratamiento es innecesario, puesto que pone el foco en los dientes de leche. Pero, en realidad, es de lo más útil, ya que la ortodoncia preventiva, que también conocemos por ortodoncia interceptiva, garantiza que los dientes definitivos salgan de forma correcta, corrigiendo también los problemas de maxilar, mandíbula, etc.
La ortodoncia infantil correctiva es la ortodoncia que corrige el arco dentario de los pacientes. Además, trata la malposición de los dientes, corrigiendo la maloclusión. Es un tratamiento que puede llevarse a cabo después de la ortodoncia preventiva. En ese caso, se consideraría la segunda fase del tratamiento de ortodoncia, pero en realidad no siempre hace falta la primera parte preventiva.
La ortodoncia correctiva corrige la posición de los dientes utilizando aparatología, aplicando fuerza a los dientes para corregir la mala posición de los mismos.
Pero, antes de decidir si hace falta o no ortodoncia, o qué tipo hace falta, es imprescindible llevar a cabo una exploración, tanto intraoral como extraoral del paciente, además de un estudio fotográfico, unos modelos de estudio, pruebas complementarias como radiografías, etc.
Por lo general, la edad recomendada para iniciar tratamientos de ortodoncia infantil son los seis años, una edad para nada casual. A los seis años, los niños pasan por un periodo dentario conocido como ”dentición mixta”. Este periodo tiene lugar entre los seis y los doce años.
Pero, ¿qué es dentición mixta? Esta etapa es aquella en la que los dientes temporales conviven con los definitivos. Los primeros se van cayendo, y van saliendo los definitivos. Podemos advertir el inicio de la dentición mixta cuando aparecen los primeros molares definitivos, superiores e inferiores.
Los primeros molares salen entre los seis y siete años, ya que son muy importantes para el posterior desarrollo de la boca, puesto que se convierten en una guía para la colocación del resto de los dientes.
Como decíamos, cuidar los dientes que no son definitivos es muy importante, casi tanto como cuidar los definitivos. Y es que los dientes temporales tienen dos funciones imprescindibles, que son las siguientes:
Una vez se ha estudiado el caso del paciente y se ha establecido que la ortodoncia es necesaria o beneficiosa, es el momento de elegir qué tipo de ortodoncia infantil elegimos.
La ortodoncia fija es el tratamiento de ortodoncia en niños más frecuente, y se utiliza para corregir los dientes rotados, las malposiciones, para la maloclusión y para cerrar espacios dentarios. Dentro de este tipo de ortodoncia, encontramos los brackets metálicos, los autoligables, de zafiro, de porcelana y linguales.
La ortodoncia móvil es un tratamiento que emplea algunos elementos metálicos, como tornillos, arcos o resortes, que pueden ponerse y quitar fácilmente, por ejemplo para comer o para lavarse los dientes.
Esta opción no se recomienda en todos los casos, ya que lo ideal es que solo se utilice en casos de apiñamientos leves, de expansión de los maxilares y para corregir mordidas cruzadas. Por último, cabe destacar que la ortodoncia móvil no sustituye a la fija.
La ortodoncia invisible en niños es perfecta para aquellos que no pueden estar quietos, que se pasan día sí y día también realizando diferentes actividades y haciendo deporte continuamente. Con la ortodoncia invisible no habrá peligro, puesto que con los brackets podrían hacerse daño.
También es relevante que resulta más estético, algo que puede ser un factor muy importante en niños entre 12 y 14 años.
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