Suelo pélvico: 9 consejos saludables

Los buenos hábitos de cuidado del suelo pélvico son muy importantes y, afortunadamente, cada vez aprendemos más sobre lo que daña los músculos del suelo pélvico y las consecuencias de esta debilidad.

El suelo pélvico es un grupo de músculos, ligamentos y fascias que ayudan a que los órganos pélvicos funcionen correctamente manteniéndolos en la posición correcta.

Cuidar el suelo pélvico es más fácil de lo que parece. 

Qué es el suelo pélvico

El suelo pélvico es una parte de nuestro cuerpo formada por músculos y otros tejidos blandos situados en el suelo pélvico, que es responsable de las funciones básicas.

Por lo tanto, debemos saber esto desde pequeños, cuidarlo y seguir haciéndolo por el resto de nuestras vidas.

Consejos para tener el suelo pélvico en forma

Estos son algunos consejos para mantener sanos los músculos perineales.

Conoce tu suelo pélvico

Muchas mujeres con lesiones en el suelo pélvico no saben identificar los músculos perineales. Contraindicaciones, desinformación, etc…

Esto provoca un cambio en la propiocepción de la zona y se hace imposible la acción natural de contraer y relajar algunos músculos. 

Por eso, invitamos a quien no sepa cómo determinar el perineo a que se haga un autoexamen con un espejo para entender cómo reconocer estos músculos y entender su importancia en nuestra vida diaria.

Maniobra de Knack para el suelo pélvico

El conocimiento de esta maniobra es muy recomendable para proteger nuestro perineo de fugas de orina y gases o para evitar que el órgano se hunda durante un aumento repentino de la presión intraabdominal, como al toser, estornudar, levantar objetos pesados ​​o saltar. 

La maniobra de Knack consiste en anticiparse a un aumento repentino de la presión abdominal, realizando contracciones voluntarias del suelo pélvico para que este aumento no provoque el descenso de nuestros órganos y musculatura perineal.

Evita el estreñimiento

Mantener una dieta equilibrada rica en frutas, verduras y fibra, hacer ejercicio regularmente y no ser impulsivo y/o modesto para defecar son las 3 pautas más importantes para evitar el estreñimiento.

Utiliza una buena postura en el baño

Para tener una evacuación adecuada, los músculos encargados del control intestinal se relajan y evitamos pujar.

Es necesario apoyar los pies en el taburete para que las caderas se doblen más de 90º o lo mismo, las rodillas deben estar más altas que las caderas. 

Con esta posición evitaremos dañar los músculos perineales cada vez que vayamos al baño.

Cuidados básicos para el suelo pélvico 

• Bebe agua regularmente, unos de 2 litros 
• Ir al baño aproximadamente cada 3-4 horas sin hacer esfuerzo.
• No te pongas de frente a las “ganas de orinar”, micción adecuada, por miedo a no poder encontrar un baño cercano o evitar la fuga de orina.
• Nunca hagas fuerza al orinar para acortar el tiempo que orinas, ya que hacerlo solo puede debilitar el suelo pélvico y la capacidad de contracción de la vejiga.
• Olvídate del “stop-pee” para entrenar los músculos del suelo pélvico.

Haz deporte para el suelo pélvico

El ejercicio regular mejora nuestra forma física y la salud de nuestro suelo pélvico al ayudarnos a controlar el aumento de peso, y al fortalecer y mejorar el tono de todos los músculos, incluido el perineo.

Con especial cuidado durante los deportes de impacto, debemos valorar si nuestro suelo pélvico puede soportar altas presiones y así evitar desplazamientos de órganos y/o pérdidas de orina.

Evita el tabaco para el suelo pélvico

Las sustancias nocivas del tabaco provocan la descomposición de las fibras de colágeno, junto con la tos crónica persistente de los fumadores con daño bronquial, lo que provoca el debilitamiento de nuestro suelo pélvico y la pérdida de apoyo. 

Evita el sobrepeso para el suelo pélvico

El sobrepeso es un factor de riesgo importante para los trastornos del suelo pélvico, como la incontinencia urinaria. La congestión en los tejidos significa que los músculos tienden a estar sujetos a estrés como toser y estornudar.

Revisa tu suelo pélvico

El embarazo, el puerperio y la menopausia son momentos cruciales para nuestro suelo pélvico.

Por eso es importante en estas etapas de la vida acudir a un fisioterapeuta especialista en suelo pélvico para un examen completo que te ayude a prevenir y/o corrige tu suelo pélvico.