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Cuida tu coche: los 5 elementos clave que no puedes descuidar

Cinco componentes esenciales que debes mantener al día para conducir con seguridad, evitar averías y alargar la vida útil de tu vehículo.

Rapid Auto Actualizado: 13 de junio de 2025 Publicado: 13 de julio de 2025

Aceite, filtros, ruedas, frenos y amortiguadores: lo básico para circular con seguridad

El buen estado de tu coche no depende solo del motor o de la electrónica. Hay cinco elementos clave que, aunque muchas veces se pasan por alto, son esenciales para que tu vehículo funcione correctamente.

Aceite, filtros, ruedas, frenos y amortiguadores. Cuidarlos no solo prolonga la vida útil de tu coche, también garantiza tu seguridad en la carretera.

1. Aceite: el corazón del motor

El aceite es uno de los elementos más importantes para el buen funcionamiento del coche. Lubrica el motor, reduce la fricción entre piezas y evita el sobrecalentamiento.

Con el tiempo, el aceite pierde propiedades y deja de proteger el motor como debería. Si no lo cambias a tiempo, el desgaste interno puede ser irreversible.

Por eso, se recomienda cambiarlo cada 10.000 o 15.000 km, dependiendo del tipo de aceite y del uso que le des al coche.

¿Una señal de alerta? Si el testigo del aceite se enciende o notas que el coche va más forzado de lo normal.

2. Filtros: los pulmones del vehículo

Tu coche tiene varios filtros: de aceite, de aire, de combustible y de habitáculo. Todos ellos cumplen funciones distintas, pero igual de necesarias.

El filtro de aceite retiene las impurezas del lubricante. El de aire asegura una combustión limpia. El de combustible protege el motor de partículas. Y el de habitáculo mejora la calidad del aire que respiras dentro del coche.

Si no se cambian a tiempo, pueden generar problemas de rendimiento, aumento en el consumo e incluso averías más serias.

¿Cada cuánto cambiarlos? En general, cada 15.000 a 20.000 km, aunque depende del modelo y de tus hábitos de conducción.

3. Ruedas: el único punto de contacto con la carretera

Las ruedas son más que caucho. Son el único elemento que conecta tu coche con el asfalto. Su estado influye directamente en el agarre, la estabilidad y la capacidad de frenado.

Debes revisar la presión al menos una vez al mes y comprobar que el dibujo del neumático no esté desgastado. La ley exige un mínimo de 1,6 mm, pero lo ideal es cambiarlas antes de llegar a ese límite.

También es importante revisar que no tengan cortes, grietas o bultos. Y recuerda: no es lo mismo circular con buen tiempo que con lluvia o nieve. En condiciones adversas, unos neumáticos en mal estado pueden suponer un riesgo muy serio.

4. Frenos: tu sistema de emergencia diario

Pisar el freno es un gesto automático. Pero que tu coche responda bien depende de que todo el sistema esté en buen estado.

Pastillas, discos y líquido de frenos se desgastan con el uso. Si notas que el coche tarda más en frenar, que el pedal se hunde demasiado o que oyes ruidos al frenar, acude al taller.

El mantenimiento de los frenos no es negociable. Es uno de los sistemas que más directamente afecta a tu seguridad y a la de los que te rodean.

Se recomienda revisar pastillas y discos cada 20.000 a 30.000 km, y cambiar el líquido de frenos cada dos años.

5. Amortiguadores: confort y estabilidad

No se ven, pero se notan. Los amortiguadores son fundamentales para mantener la estabilidad del vehículo, absorber baches y evitar rebotes.

Si están en mal estado, notarás que el coche rebota demasiado, se balancea en las curvas o tarda más en frenar. También afecta al desgaste irregular de los neumáticos.

A menudo se pasan por alto porque su deterioro es progresivo, pero se recomienda revisarlos cada 60.000 a 80.000 km, o antes si hay señales claras de desgaste.

Un coche cuidado es un coche seguro

Aceite, filtros, ruedas, frenos y amortiguadores son cinco piezas clave de un engranaje mayor. Si alguno falla, el resto puede verse afectado.

Por eso, hacer revisiones periódicas no es una molestia, es una inversión en seguridad y tranquilidad.

No esperes a que algo falle. Escucha a tu coche. Cuídalo hoy para que no te falle mañana.

Conclusión: revisa lo básico y viaja tranquilo

El mantenimiento no tiene por qué ser complicado. Solo hace falta prestar atención a lo esencial. Con una revisión rápida puedes evitar sorpresas desagradables y disfrutar de la conducción con total confianza.

¿Hace cuánto que no revisas el aceite? ¿Y los frenos? Quizá es buen momento para pasar por el taller y poner todo a punto.

Tu coche, tu seguridad y tu bolsillo te lo agradecerán.

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