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¿Qué es el control de plagas?

En este artículo te contamos qué es el control de plagas, cómo se trabaja y sus tipos.

Assla Asesoria Publicado: 8 de marzo de 2022

El control de plagas, también conocido como manejo de plagas, busca regular una especie utilizando una serie de medidas. Las plagas suelen ser nuevas especies invasoras que proliferan de forma descontrolada, por lo que hay que pararle los pies. 

Las cinco plagas más comunes son las cochinillas, los pulgones, las moscas blancas, los ácaros y los gusanos. De todas maneras, se considera plaga todo aquello que afecta a la salud de los habitantes que se encuentran donde está la plaga, pero también los que afectan a la ecología y economía

Pero, ¿en qué consiste exactamente el control de plagas? Si quieres descubrirlo, ¡sigue leyendo para no perdértelo! A continuación, te contamos qué es el manejo de plagas, pero también cómo se trabaja en ellos y qué tipos hay. 

El control de plagas, ¿qué es?

La Real Academia Española define “plaga” como la aparición masiva y repentina de seres vivos de la misma especie que causan graves daños a poblaciones animales o vegetales. Estos seres vivos u organismos deben ser controlados, para reducir sus consecuencias. 

Para ello, se utiliza el control de plagas, donde se tratan los organismos no deseados que interfieren en la actividad humana. Estos pueden destruir cultivos, dañar propiedades y, en definitiva, perjudicar nuestro día a día. 

Las plagas más comunes son las de insectos, como hemos adelantado, pero cualquier organismo que se reproduzca de forma descontrolada y provoque daños, se puede considerar plaga. Por ejemplo, más allá de los insectos, encontramos la plaga de las ratas.

Un servicio de control de plagas tiene conocimiento acerca de la plaga y sus hábitos. Los tres pasos fundamentales para un buen manejo o control, son los siguientes:

  • Identificar correctamente la plaga es el paso más importante, ya que de hacerlo mal, el resto de pasos carecen de eficacia
  • Aprender sobre la plaga, por ejemplo, su estilo de vida
  • Controlar la plaga, siguiendo las mejores estrategias en base a los organismos que correspondan

¿Cómo se trabaja en un control de plagas?

Pero los pasos a seguir no solo son los ya mencionados de identificar la plaga, aprender sobre ella y controlarla. También hay que llevar a cabo la desinfección, desinsectación, desratización o fumigación, en función de lo que queramos conseguir. 

Antes de ponerse manos a la obra, hay que identificar el organismo y hacer un diagnóstico sobre su origen, refugio y métodos para acabar con ello. Cuando se conoce el “enemigo” que queremos eliminar, debemos evaluar las diferentes estrategias que podemos poner en práctica para erradicar la plaga. 

Pero no solo esto, sino que además habrá que hacer un seguimiento y control de los métodos que se han aplicado. Como decíamos, hay cuatro procedimientos clave en control de plagas, desinfección, desinsectación, desratización y fumigación. Pero, ¿en qué consiste cada una?

Desinfección

Cuando hablamos de desinfectar, nos referimos al proceso químico o físico por el que se limpia una superficie, destruyendo así los microorganismos patógenos. Se tienen que desinfectar los lugares frecuentados,  habitualmente, por personas y animales, como pueden ser colegios, hospitales o granjas. 

Desinsectación

Como bien indica su nombre, los tratamientos de desinsectación buscan eliminar las plagas de insectos que han podido filtrarse en el hogar o en el espacio de trabajo. Lo más habitual es que no solo se deshagan de estos organismos, sino que además determinan el origen de la plaga, para evitarlo de cara a un futuro. 

Para deshacerse de estos insectos, se utilizan medios químicos, físicos…, o se aplican medidas de saneamiento básico. Los insectos más comunes son los ácaros, polillas, cucarachas, garrapatas, pulgas…

Desratización

Pueden parecer inofensivos, pero lo cierto es que los roedores suponen un gran peligro sanitario y material cuando se encuentran en espacios donde las personas realizan su actividad del día a día. Y es que, tanto las ratas como los ratones, transmiten graves enfermedades. 

Si quieres garantizar la salubridad e higiene de un espacio, es imprescindible que pongas en práctica la desratización. En primer lugar, habrá que identificar la presencia de estos animales (escuchar ruidos, encontrar envoltorios roídos, descubrir excrementos…).

Más adelante, tendremos que ver el nivel de infestación de la plaga y determinar la causa del problema. Por supuesto, se tomarán medidas preventivas y de control de plagas, pero también seguimientos. 

Fumigación

Dentro del control de plagas, encontramos la fumigación, un tratamiento que utiliza fumigantes. Se trata de uno de los métodos más efectivos para eliminar las invasiones de insectos, microbios, pájaros… 

Pero, ¿qué son los fumigantes? Son agentes químicos que, a temperatura y presión normal, se encuentran en forma gaseosa. Se utilizan, principalmente, en la industria alimentaria.

Los tipos de controles de plagas

Dentro de los tipos de controles de plagas, encontramos el control de plagas natural, químico, biológico y los pesticidas naturales. 

Control de plagas natural

Este método tiene el objetivo de reducir o eliminar la infestación, sin dañar a las personas, cultivos y otros organismos que se encuentran cerca. No solo se utiliza para eliminar la plaga, también para impedirlas. 

Esto se debe a que instala barreras físicas o trampas. Los beneficios de este método es que no es perjudicial para nadie, pero el inconveniente es que se necesita mucho tiempo para obtener resultados. 

Control de plagas químico

El control de plagas químico reduce o elimina la plaga utilizando pesticidas, y se pueden aplicar tanto de manera gradual como instantánea. Si bien es cierto que este método de control de plagas es muy efectivo, puede ser perjudicial para los animales o personas. Por eso mismo, los pesticidas deben ser utilizados por profesionales, con precaución y siguiendo las indicaciones de uso. 

Control de plagas biológico

El control de plagas biológico se refiere a utilizar enemigos naturales para manejar la plaga y reducir las consecuencias. Cabe destacar que, como en este método se trabaja con organismos vivos, pueden ser diferentes y complejos en función del lugar y la época. 

Pesticidas naturales

Algunos pesticidas naturales pueden ser hierbas, que no tienen ningún componente tóxico. Cuando se extraen sus componentes y se aplican a cultivos infectados, reciben el nombre de pesticidas vegetales o naturales. Se trata de un método utilizado durante decenas de años, puesto que es eficaz y, además, no perjudica al entorno. 

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