Resistencia de toldos: normativa europea y velocidad que debe soportar

A menudo nos preguntamos por la resistencia de toldos antes de adquirir uno para nuestro hogar, qué velocidad de viento será capaz de resistir.

Son dudas normales como qué toldo puedo comprar que aguante mejor el viento.

En este artículo conoceremos cuáles son los mejores toldos para resistir al viento y 

Resistencia de toldos: normativa europea

La norma europea que regula los requisitos de prestaciones, incluida la seguridad, para la instalación de toldos es la norma UNE-EN 13561:2015. 

La normativa europea vigente de 2015 define los toldos de Clase 2 según su resistencia al viento, en lugar de Clase 3, como sucedía en la normativa anterior: 

• 1º clase: 28 km/h.
• 2º nivel: 38 km/h.

Y en la normativa anterior, de 2004 a 2009, ofrecían otra categoría de resistencia al viento para las marquesinas.

• 3º clase: 49 km/h

¿Cuáles son los toldos cubiertos por la normativa europea EN 12216?

• Toldo de brazos plegables
• Toldo de proyección por pantógrafo
• Toldo de brazo pivotante
• Toldo de brazo deslizante
• Celosía vertical enrollable
• Marquisoleta
• Toldo de fachada
• Toldo para lucernario
• Toldo de veranda
• Toldo de pérgola
• Toldo a la holandesa
• Mosquitera
• Parasol

Resistencia de toldos: cuál es la velocidad que soporta 

Por lo general, los toldos retráctiles pueden soportar velocidades de viento de aproximadamente 32 km/h. 

La mayoría de los toldos de gama alta tendrán una clasificación de velocidad del viento probada y certificada basada en km/h en la escala de Beaufort, pero, por supuesto, nadie monitorea la velocidad del viento en su jardín o patio para obtener esa clasificación. 

La regla general es que cuanto mayor sea la superficie de la tela, más fuerte será el viento, por lo que se debe hacer más para proteger los toldos.

La diferencia entre un toldo retráctil y un cenador en cuanto a la resistencia al viento es enorme.

Cuando hablamos de cenadores, la fuerza se distribuye de manera más uniforme y, por lo tanto, dura más.

Cuando preguntamos sobre el toldo retráctil y supimos que el dosel era solo para los días calurosos y soleados para protegernos del calor y los rayos UV, entonces todo estaba bien. 

Sin embargo, surgen problemas obvios cuando se utilizan marquesinas grandes en ubicaciones comerciales donde las marquesinas pueden no funcionar. 

La forma más fácil de lidiar con los toldos retráctiles autoportantes y su sensibilidad al viento es asegurarse siempre de que el toldo esté equipado con un sensor de viento para que pueda extenderse por completo en condiciones de viento fuerte. 

Por supuesto, esto solo es posible con toldos eléctricos, pero por definición, los toldos retráctiles grandes deben operar eléctricamente. 

La mayoría de las marquesinas autoportantes han sido probadas con vientos de alrededor de 30-40 km/h, pero esto supone vientos constantes, no erráticos, que pueden ser más peligrosos. 

Los sensores de movimiento se usan más comúnmente en estos días porque detectan el movimiento en el dosel en lugar de la velocidad del viento, lo que puede no significar nada.

Para toldos oscilantes más grandes o sistemas de pérgola, la cubierta de lona permanece unida en los 4 lados y es mucho más resistente a la velocidad del viento ya que la estructura accionada por lona está sostenida por postes en la parte delantera. 

Estos sistemas son adecuados para zonas más abiertas o zonas donde se necesite cubrir una gran terraza y además se necesite una adecuada protección contra la lluvia, lo que no será un problema si se produce una inundación repentina de agua en el tejado.

El viento puede ser el peor enemigo de los toldos retráctiles tradicionales, y si bien es posible que se pregunte por qué querría sentarse afuera y estar expuesto al viento de todos modos, generalmente cualquier área de jardín o patio está dominada por el viento.Un sistema con protección mejorada en al menos un lado permitiría un mayor uso en condiciones de viento, por lo que la necesidad de un sistema para uso en vientos fuertes ahora es un requisito común.