Qué es el tratamiento ortopodológico y para qué sirve

El tratamiento ortopodológico, también conocido como ortopodología, es un enfoque especializado que se centra en el estudio y tratamiento de las alteraciones del pie y su relación con la postura y el funcionamiento del cuerpo.

Mediante el uso de dispositivos ortopédicos personalizados y terapias específicas, este tratamiento busca corregir desalineaciones y prevenir problemas biomecánicos y posturales. 

En este sentido, los ortopodólogos son profesionales especializados que evalúan la estructura y función del pie, identificando cualquier desalineación o disfunción que pueda estar causando dolor o afectando la calidad de vida.

¿Para qué sirve el tratamiento ortopodológico?

Alivio del dolor

El tratamiento ortopodológico se enfoca en el alivio del dolor en los pies, una de las preocupaciones más frecuentes para las personas que sufren de afecciones podológicas.

Al corregir desalineaciones y proporcionar soporte adecuado, se reduce la presión y la carga excesiva en áreas específicas del pie que suelen estar asociadas con el dolor, como el talón, el arco plantar o los metatarsos.

Por ejemplo, en el caso de la fascitis plantar, una condición dolorosa caracterizada por la inflamación del tejido conectivo en la planta del pie, el tratamiento ortopodólogico puede incluir el uso de plantillas ortopédicas personalizadas que ayudan a redistribuir la carga y reducir la tensión en la fascia plantar, aliviando así el dolor y promoviendo la curación.

Corrección de desalineaciones

El tratamiento ortopodológico es efectivo a la hora de corregir desalineaciones y disfunciones biomecánicas en los pies. 

Por ejemplo, en el caso de los pies planos, se pueden utilizar plantillas ortopodológicas personalizadas que incorporen un arco adecuado para elevar y soportar el arco del pie.

Esto ayuda a mejorar la alineación de los huesos y reduce la tensión en los tejidos blandos, lo que resulta en una mejor función y alivio del dolor.

En el caso de los arcos altos, se pueden utilizar plantillas ortopodológicas con amortiguación adicional en el antepié y el talón para absorber los impactos y distribuir la carga de manera más uniforme. Esto alivia la presión en los puntos de contacto excesivos y proporciona mayor estabilidad.

Además de las plantillas ortopodológicas, se pueden emplear otros dispositivos y técnicas para corregir desalineaciones, como la prescripción de ejercicios específicos para fortalecer y estirar los músculos del pie y la pierna, y la recomendación de calzado adecuado que proporcione soporte y estabilidad.

Prevención de lesiones

Los dispositivos ortopédicos personalizados, como las plantillas ortopodológicas, desempeñan un papel crucial al proporcionar amortiguación, soporte y estabilidad.

Estos dispositivos ayudan a reducir la presión en áreas específicas del pie, distribuir adecuadamente la carga durante la actividad física y mejorar la absorción de impactos.

Las plantillas ortopodológicas ayudan a corregir problemas biomecánicos que aumentan el riesgo de lesiones, como la pronación excesiva o la supinación excesiva.

Por tanto, al corregir estas desalineaciones, se mejora la alineación del cuerpo y se reduce la tensión en las estructuras musculares y articulares, lo que disminuye la probabilidad de lesiones.

Además de los dispositivos ortopédicos, los profesionales de la ortopodología también pueden proporcionar asesoramiento sobre la elección del calzado adecuado para actividades específicas, como el deporte o el trabajo, teniendo en cuenta factores como el tipo de pie, la pisada y las necesidades individuales.

Mejora de la función y el rendimiento

Otra las utilidades del tratamiento ortopodológico es mejorar la función y el rendimiento del pie, gracias al uso de dispositivos ortopédicos personalizados, los cuales, corrigen los desequilibrios musculares y se mejora la biomecánica del pie.

Esto puede aumentar la estabilidad, la fuerza y la eficiencia del movimiento, lo que es especialmente beneficioso para los atletas y las personas que participan en actividades físicas exigentes.

Mejora de la calidad de vida

Al abordar y tratar las afecciones del pie, el tratamiento ortopodológico contribuye a una mejor calidad de vida en general.

Aliviar el dolor y mejorar la función del pie permite a las personas realizar sus actividades diarias con mayor comodidad y menos limitaciones.

Esto puede tener un impacto positivo en la movilidad, la independencia y la participación en actividades sociales y recreativas.

Mejora de la biomecánica

La biomecánica del pie se refiere al estudio de cómo se mueven y funcionan las estructuras del pie durante la marcha y otras actividades.

El tratamiento ortopodológico busca mejorar la biomecánica del pie corrigiendo desalineaciones y optimizando la distribución de la carga.

Esto puede ayudar a prevenir problemas como la pronación excesiva (inclinación hacia adentro) o la supinación excesiva (inclinación hacia afuera) que pueden provocar inestabilidad y lesiones.

Tratamiento de deformidades y patologías específicas

El tratamiento ortopodológico también se utiliza para tratar deformidades y patologías específicas del pie, como juanetes, dedos en martillo, neuromas de Morton y espolones óseos.

A través de dispositivos ortopédicos personalizados, terapias manuales y ejercicios específicos, se busca aliviar los síntomas, corregir las desviaciones y mejorar la función del pie afectado.

Rehabilitación postoperatoria

Después de ciertos procedimientos quirúrgicos en el pie, como cirugía de reconstrucción del ligamento, reparación de tendones o corrección de deformidades, el tratamiento ortopodólogico desempeña un papel importante en la rehabilitación postoperatoria.

Ayuda a estabilizar y apoyar el pie durante el proceso de recuperación, mejorando la cicatrización y facilitando la vuelta a la actividad normal.