La rutina para pelo rizado que no conocías: ¿en qué consiste el método curly?

En peluquería, hay numerosos tratamientos y métodos (¡y cada vez más!). Los más típicos son los alisados, como el japonés, y los tratamientos nutritivos que regeneran y reviven el cabello. 

Pero últimamente, está en boca de todos el método curly. ¿Qué es? Es, en pocas palabras, lo mejor que puedes hacer si tienes el cabello rizado u ondulado. 

¿Quieres saber más? ¡Sigue leyendo! A continuación, te contamos todo lo que tienes que saber acerca del método curly. 

¿Qué es?

El método curly no es más que una rutina de lavado del caballo, como cualquier otra. Pero la diferencia es que está pensada única y exclusivamente para los cabellos ondulados o rizados. 

Y es que, un problema muy habitual en este tipo de pelo es que no se lleva a cabo una rutina diferente, por lo que los rizos y las ondas se pierden, adquieren una forma artificial… En definitiva, lo ideal es seguir un método específico para cada tipo de pelo. 

Pero hay otra cuestión que dificulta que se siga el método curly. Este es el desconocimiento sobre el tipo de pelo que tenemos. Puede hacer algo sencillo, pero en realidad no lo es. 

Si desde que tenías 16 años has tratado tu pelo rizado como si fuera liso, por desinformación, sin darle lo que necesitaba y, por tanto, tus rizos no están bien definidos, ¿cómo vas a saber que tienes el pelo rizado?

Por ello, lo primordial es conocerte, conocer qué tipo de pelo tienes. Y, posteriormente, informarte acerca de qué exigencias tiene. Una vez llegados a este paso, si tu pelo es ondulado o rizado, te interesa conocer el método curly. 

Como decíamos, es una rutina. Esta tiene como fundamento una adecuada y buena hidratación del cabello, que va a hacerte lucir unas ondas y rizos naturales que cualquier envidiaría. 

Y partimos de la base de que un pelo rizado u ondulado bien hidratado, es un pelo con rizos y ondas más definidos. 

¿Cómo ponerlo en práctica?

Una vez explicado qué es el método curly, ¡estarás deseando ponerlo en marcha! Para ello, has de seguir unas breves pero importantes indicaciones. 

En primer lugar, olvídate de todas las herramientas de calor, de los productos químicos o con alcoholes, como lacas y espumas. También elimina de tu rutina capilar todo lo que lleve siliconas, aceites minerales y ceras. 

De esta manera, el pelo estará lo más natural posible, lo que favorece el rizo. Cuando quitas todo lo artificial del cabello, este se muestra tal y como es, con sus respectivas ondas y rizos. 

La lista de la compra

Por mucho que hayamos dicho que el método curly o curly method busca el cabello en su forma más natural, eso no implica que vayas a dejar de usar productos y alimentarlo a base de agua. 

Vas a necesitar los siguientes productos, los cuales desarrollaremos más adelante:

• Champú con sulfatos y sin siliconas
• Champú sin sulfatos y sin siliconas
• Acondicionador
• Secador y productos de styling

Champú con sulfatos y sin siliconas (por última vez)

La manera de eliminar los residuos del cabello, en su totalidad, es por medio de un champú sin sulfatos. Pero será la última vez que utilices este champú o, por lo menos, uno de estas características, mientras sigas el método curly. 

Champú sin sulfatos y sin siliconas (nuevo imprescindible)

Los champús que sí vas a incluir en tu nueva rutina capilar, son aquellos que no tienen sulfatos ni siliconas.

Acondicionador

Tras el lavado con el champú sin sulfatos ni siliconas, es el momento de utilizar un acondicionador especial para el método curly. 

Aunque hay otra opción, que es la llamada técnica Co-Wash, consistente en lavar con acondicionador directamente, obviando el champú. Suena raro, pero lo cierto es que los acondicionadores tienen agentes limpiadores, aparte de aportar brillo y suavidad al pelo. 

Secador y productos de styling

Es en este paso cuando puedes hacer uso de cremas, espumas o geles que ayuden a definir tus rizos y ondas. Pero, ¡recuerda! Nada de siliconas o alcoholes. Ni productos químicos, vaya. 

Es ahora cuando puedes darle forma a tus rizos como más te guste. Pero antes de nada, has de secarte el cabello. Puedes hacerlo con el secador o con una toalla de microfibra, no de algodón. Aun así, lo óptimo sería dejarlo secar al aire, sin intervenir.