Mudarte en invierno, ¿por qué es la mejor opción?

Las mudanzas es algo que merece la pena planificar con semanas e incluso, meses de anticipación. Pues, hay muchas cosas que debes arreglar antes de ponerte con ello, como por ejemplo, encontrar una nueva propiedad, solicitar una hipoteca, contratar a un transportista, empacar etc.

Lo cierto es que, podrías comenzar a prepararlo todo en la primavera y terminar de mudarte justo cuando la nieve comienza a caer, pero mudarte en invierno no es tan mala idea como posiblemente pienses.

Pues, cuando pensamos en mudarnos, la última época del año que nos viene a la mente suele ser el invierno. Al fin y al cabo, nadie quiere añadir problemas como el viento, el frío, la nieve y la lluvia al estresante proceso de mudarse.

Pero, esta creencia es lo que hace que mudarse durante el invierno sea una de las mejores decisiones que puedes tomar, ya que, la mayoría de las personas se mudan en verano. Por tanto, esta tiende a ser la época más activa para las empresas de mudanzas profesionales y como resultado, tienen menos disponibilidad.

En este sentido, si tienes que organizar las cosas con prisa, es posible que encuentres dificultades. Sin embargo, en invierno hallarás menos inconvenientes. Por ello, en este artículo te contamos las razones por las que deberías elegir mudarte en invierno:

Puedes aprovechar las vacaciones de Navidad

El primer beneficio que podemos destacar de mudarte en invierno es el tiempo libre que ganamos en las vacaciones de esta época.

Así pues, contarás con festividades como la Navidad, el Año Nuevo e incluso, los Reyes Magos.

Por lo tanto, mudarse en este momento es una opción ideal. Además, si la mudanza se hace a tiempo, podrás estrenar tu casa junto al nuevo año. 

Mayor flexibilidad con las fechas disponibles

Hemos mencionado que la percepción de que el invierno no es una buena estación para mudarse será uno de los beneficios que disfrutarás.

En este sentido, son pocas las personas que deciden mudarse en este momento, por tanto, podrás disfrutar de mayor flexibilidad y disponibilidad por parte de las empresas de mudanzas.

Mudarte en invierno reduce los gastos 

Con la poca demanda de mudanzas en estos meses, muchas empresas lanzan ofertas y promociones especiales de costes reducidos para atraer clientes. Esta es otra de las ventajas que no puedes aprovechar en el verano, ya que tiene demasiada demanda y por tanto, los precios suben considerablemente. 

Mudarte en invierno es seguro 

Una de las razones por las que la gente se preocupa por el frío y la nieve es por la mayor probabilidad de accidentes. Pues, los efectos del clima del invierno complican el procedimiento, pero para una empresa profesional esto no representa ningún desafío.

Esto se debe a que emplean medidas de seguridad adicionales para mantener sus pertenencias protegidas y movidas de forma segura.

Hay menos tráfico en invierno

Debido al frío, la nieve y las pocas horas de sol, la gente tiende a pasar más tiempo en casa. Esto significa pocos vehículos en las calles y menos tráfico la mayor parte del tiempo, incluso durante las horas más concurridas.

Como resultado, sus pertenencias llegarán a su destino más rápido y habrá menos posibilidades de accidentes y desgracias.

Mudarte en invierno implica menos estrés

Mudarse en invierno es mucho más fácil y menos estresante que mudarse en verano. Después de todo, la temperatura es algo que se puede arreglar fácilmente con ropa y calefacción.

Además, no tendrás estrés ni prisas por las fiestas y el tiempo libre del verano, ya que el procedimiento será más rápido.